Ferrocarriles industriales, mineros y militares
Uno de los factores más determinantes en el proceso de industrialización español, iniciado a finales del periodo 1830-1860, fue la introducción de la máquina de vapor y su implantación reemplazó a una economía basada fundamentalmente en el trabajo manual. La aplicación de la máquina de vapor en el transporte, dio lugar a la locomotora de vapor y por ende al ferrocarril, lo que favoreció incrementar los niveles de producción necesarios para rentabilizar la explotación de yacimientos mineros y la actividad de multitud de industrias, lo que no habría sido factible sin la presencia del ferrocarril.
La carencia de vías y medios de transporte generalizó el desarrollo de numerosos tendidos férreos con el fin de facilitar la salida de los productos y su manipulación, siendo los núcleos más importantes las zonas mineras, lo que dio lugar a que en sus proximidades comenzaran a desarrollarse industrias siderúrgicas y metalúrgicas.
La expansión de tendidos férreos también se orientó al sector agrícola, principalmente con la creación de numerosas industrias azucareras. Debemos recordar que el primer ferrocarril español fue construido en Cuba, entre 1835 y 1837 con el fin de facilitar el transporte de caña de azúcar entre Güines y el puerto de La Habana.
Del material motor empleado en ferrocarriles orientados hacia la actividad minera, industrial y militar sobreviven gran número de locomotoras y que para facilitar su búsqueda, agrupamos por provincias.




