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Novelda

(Novelda)_Cementerios antiguos

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(Novelda)_Cementerios antiguos

 

«…La noticia más antigua que tenemos sobre la existencia de cementerios, con localizada situación, consta en el Acta de la visita del Obispo don Joseph Esteve Juan, que realiza en los primeros días del mes de octubre de 1595. El Libro de Visitas Pastorales del Archivo Parroquial, dice textualmente sobre la misma:

 

…Y asimismo su Señoría accedió a visitar y ver el Cementerio y Enterramiento antiguos, en el cual se acostumbraba a enterrar los nuevos convertidos de dicha Villa, que está fuera y cerca de la misma, a la parte de Poniente y teniendo en cuenta que ya tienen en otro sitio un Enterramiento cercado de tapia, en el cual se entierran y al parecer por su Señoría bien visto, proveyó y mandó que aquel sea desacralizado para que nadie lo profane; queriendo que no pueda gozar de la inmunidad y privilegios eclesiásticos que estos lugares tienen y que pueden llevarse del mismo ya que con frecuencia golfean por allí, proveyó y mandó su Señoría que el terreno de este Enterramiento antiguo, sea vendido al mejor postor y la cantidad que de ello se saque esté a disposición de su Señoría y también proveyó y mandó que todas las losas y piedras que están en dicho enterramiento antiguo, sean y sirvan para la erección de dicha nueva Iglesia…”.

 

Dichos datos sitúan el cementerio que visita, comprendiendo un perímetro que abarca la actual plaza de los Santos Médicos, media Iglesia actual, la plazuela y Capilla de la Aurora, grupo de casas entre ésta y la plaza de San Felipe y parte de esta misma.

 

En el Acta a que nos venimos refiriendo, se dice que “…teniendo en cuenta que tienen en otro lugar un enterramiento cercado de tapia, en el cual se entierran…”. De este fossar hemos averiguado los lindes, pero no exactamente su situación,

 

En la visita que el 2 de octubre de 1595 se hace al mismo consta en el Acta levantada de ella: “..a visitar y ver el Cementerio y Enterramiento nuevos en el cual se entierran los nuevos convertidos en la dicha Villa, que está fuera de ella, bien apartado, y considerando que éste es muy grande, proveyó y mandó su Señoría que en un plazo de seis meses, Baltasar Sarria, Síndico de dicha Villa que se encuentra presente, dé orden de que por la mitad de dicho Enterramiento se haga una tapia igual a las que ya están hechas en aquél, bajo pena de cien ducados para ser aplicados a obras pías al arbitrio de su Señoría y también proveyó y mandó que sea y sirva de Enterramiento la parte que está a continuación de la Puerta de aquél y que en la otra mitad nadie se pueda enterrar de hoy en adelante, bajo pena de diez ducados, la mitad de los cuales pagará el Cura que lo enterrara y la otra mitad los herederos del enterrado y asimismo, bajo la misma pena, proveyó y mandó su Señoría, que no se pueda poner encima de las sepulturas de los que se entierren en dicho Enterramiento, piedras ni losa alguna, ni tampoco se puedan cubrir las dichas sepulturas con yeso…”.

 

Existe, pues, un cementerio nuevo que, por su gran amplitud, considérase conveniente partir por la mitad con tapia, al igual que lo está todo él. ¿La situación del mismo?. Tenemos el dato que consta años después en un Acta en la que el Obispo cede el usufructo de dicho cementerio al Cura Monseñor Joan Selles y sus sucesores, según dice: “…el cementerio de los cristianos nuevos, que está en el término de dicha vila, que alinda con una parte con Camino Real que va a Origuela y por otra con tierras de Pere Vellup, cercado de paredes con una oliuera, para que de ellos podáis hacer a vuestra voluntad, excepto que no los podáis vender…»

 

Por el momento, al menos, no hemos podido localizar esas tierras que antes de la expulsión de los moriscos eran de Pere Vellup, pero sí, a nuestro entender, que estaban por donde iba ese Camino Real de Orihuela, y que es el camino del Campet coincide con el paraje de Matroix a que se refiere en el capítulo “Declaración de un testigo”, en la página 19 del libro de mi recordado amigo Francisco Escolano Gómez “Sólo porque no se olvide”. Otro dato confirmatorio es el que uno de los bancales propiedad de la Iglesia entonces, que llama ella en la subasta cuatrienal del arrendamiento del mismo Bancal del Asenet, linda con cami del fossar dels moros, que era como prácticamente se llamaba a los nuevos conversos en el lenguaje corriente y usual; tengamos en cuenta que el Asenet entonces abarcaba hasta la actual calle Colón.

 

En el año 1600 también tenía la Iglesia un bancal al que llamaba Bancal del Fossar, y bajo esa denominación subastaba su arrendamiento. Se trata de una parcela de terreno situada en el paraje llamado de los Garroferets (1) y, curiosamente, aún hoy puede precisarse su emplazamiento en el Registro de la Propiedad. El nombre que a través de siglos ha subsistido y su corta extensión, demuestran que se trata de un muy antiguo Cementerio, más antiguo que los anteriores, pues que nada escrito hemos podido encontrar sobre utilización del mismo.

 

Después de las anteriores, llegamos al llamado Cementeri Vell, y que es el que tantos hemos conocido, ya sin utilizarse y anterior al actual. En el año de 1940 fue convertido en la actual y hermosa Plaza de los Caídos.

 

Según el historiador Montesinos, y es lo único que cita sobre el mismo, su construcción data del año 1809, fecha en que dejan de efectuarse enterramientos en la Iglesia Parroquial.

 

Era dicho Cementerio de tamaño reducido, como lo demuestra las dimensiones de la antes citada Plaza y estaba rodeado de un muro en cuya parte exterior, adosado al mismo, tenía distribuidas las estaciones de un Vía-Crucis; dichas estaciones estaban en losetas de cerámica y durante muchos años existió la costumbre en los viernes de Cuaresma especialmente, ir allí a rezarlo, piadosa gente.

 

Adosada a la tapia, había una ermita-oratorio dedicada a Jesús Crucificado, que era conocido popularmente por el nombre de Cristo de Zalamea. Próximo a este oratorio estaba el que tantos años fue Paseo de la Alameda, antiquísimo Camino Real de Orihuela, que unía el Norte de la Península con el Sureste y que actualmente es la calle Sentenero.

 

Hasta 1936 se albergaban allí los pasos que salían en las procesiones de Semana Santa, llamados La Oración del Huerto y El Encuentro, que, junto con el Santo Cristo que estaba en una hornacina sobre el Altar único, salían los tres de este Oratorio para integrarse en las dichas procesiones.

 

En años del primer cuarto de este siglo, existía la costumbre de celebrar en este Oratorio, el día 21 de julio (víspera de la festividad de la Patrona), una Misa cuyo altar se montaba en la misma puerta; era una Misa de Campaña para presidir la cual se traía a Santa María Magdalena desde la Parroquia; ayudaban a oficiarla colegiales del Seminario de Orihuela, llevando el manto (capa sobre el uniforme) y la beca (o banda) de color blanco que constituían el uniforme del citado Seminario.

 

Sobre el dintel de la puerta de la ermita, una lápida en mármol negro, recordaba que el señor Marqués de la Romana hizo donación de estos terrenos al pueblo de Novélela y que antes eran los mismos, la antiquísima Era del Rey.

 

Dejó de utilizarse este Cementerio alrededor del año 1885, recién pasado el segundo y último cólera, que fue en el verano de 1884; se explica la poca permanencia del mismo en su utilización por su pequeño tamaño y las dos epidemias de cólera que durante la misma hubo, que produjeron muchas víctimas.

 

Es de hacer notar que, si bien en el Cementerio actual hay algunas sepulturas que señalan la fecha de defunción en 1870, ello es debido a la traslación al mismo de enterramientos de aquél.

 

Fueron derruidos, en parte, este Cementerio y su Oratorio, durante nuestra última guerra civil. Al construir la al principio citada Plaza y su monumento, fueron trasladados muchos restos que quedaron al descubierto al osario del actual.

 

Y terminamos diciendo que cerca existía una casa para la ermitaña que cuidaba del Oratorio; estaba a mano derecha de la calle que desde la de Sentenero conduce a la repetida plaza, muy cerca del mismo.

 

El último enterramiento que hubo en este Cementerio está anotado como la mujer de Antonio Martínez.

 

El primero que hubo en el actual fue en el mes de abril del año de 1885: un niño pequeño del barrio de San Roque. Muy poco después fue el del propietario de esas tierras, vendidas al Ayuntamiento para construirlo…», (2)

 

(1) El paraje conocido por “Garroferets”, situado al Noroeste de la ciudad de Novelda, es también denominado “Fossar dels moros” y “Bancal del Fossar”.

(2) Vicente Sala Cañellas. Crónicas de la Villa de Novelda, 1977

 

Última actualización: 20/11/2022

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