(Petrer)_Ermita de San Bonifacio
«…Ya en 1614, en el Libro de la Visita hecha por el obispo Fray Andrés de Balaguer, en su folio 95, aparece un decreto elevando y declarando fiesta el día de San Bonifacio Mártir, firmado en Petrer a 28 junio de 1614, sancionando -de este modo- el voto que Petrer hizo al santo para que sus oraciones los favorezca ante delante de la Divina Magestad, suplicándole que se sirva guardar esta Villa de Petrel y todos sus términos...». (1)
«…Hacia el año 1622 aparece por primera vez recogido en el “Consell”, el interés por construir una ermita dedicada a San Bonifacio. Dicho propósito se renueva en Acta hacia el año 1626, pero éste no se cumple y es entre el 21 de abril y el 25 de mayo del año 1634, cuando se erige una pequeña ermita con el fin de albergar y custodiar la imagen de San Bonifacio Mártir, patrón de la ciudad. La bendición de la ermita tuvo lugar el 24 de diciembre de 1634 por el Obispo de Orihuela Mons. Ilustrísimo don Bernardo Caballero de Paredes, que así recoge el libro de Bautismo. La construcción de la ermita se financió gracias a las aportaciones de los feligreses que desde hacia tiempo demandaban su edificación. En 1730 esta ermita fue derribada con el fin de levantar otra de mayores dimensiones, la que al día de hoy podemos contemplar, Y, como ocurrió en el caso de la primitiva, las obras fueron sufragadas por los vecinos de la Villa de Petrer…». (2)
Madoz, refiriéndose a Petrer y a sus ermitas nos dice: «…dos ermitas urbanas bajo la invocación de San Bonifacio y Santo Cristo del Calvario y tres rurales, todas sin rentas y mantenidas por la devoción de los fieles…». (3)
«…A lo largo de su existencia y hasta nuestros días la ermita de San Bonifacio ha sufrido importantes procesos de restauración con el fin de mejorarla. El último de que se tiene constancia no queda muy lejos en el tiempo, ya que se produjo en el año 2014 coincidiendo con el IV Centenario del voto del pueblo de Petrer con el Santo.
Si nos detenemos a detallar la ermita como monumento arquitectónico dejando atrás el contexto histórico que la envuelve, vemos que nos hallamos ante un edificio de planta rectangular dispuesta en cruz latina, que cuenta con una nave central que a su vez queda separada de las capillas laterales por tres pilares a cada lado y arcos fajones que conforman el conjunto separando en cuatro tramos el interior. Cabe señalar que en dichas capillas laterales, es donde se custodian y veneran las diversas imágenes del santoral católico (4). Además, se divisa en la parte superior una cornisa que recorre todo el perímetro la cual se apoya en la bóveda de cañón formando así lucernarios con los muros.
Formando los dos primeros tramos de la ermita en su interior, debemos mirar hacia la parte frontal correspondiente a la cabecera, que a su vez quedan formadas mediante dos capillas flanqueando ambos lados del mismo ábside entre los contrafuertes internos cubiertas con bóvedas de cañón. El tercer tramo, está compuesto por el crucero, a ello añadir que hacia el año 1736 se solicita por medio del Sr, Obispo a la sazón de D. José Florez Osorio, la autorización de una obra nueva para el transepto. Sobre él se alza el elemento más significativo de la ermita, se trata de su grandilocuente cúpula central sobre pechinas, cubierta al exterior con teja vidriada azul. Finalizando con la disposición de los tramos, el cuarto corresponde a la zona de la cabecera, el presbiterio queda elevado mediante tres escalones que conforman el ábside, en cuyo centro se alza un templete de estucado blanco en su revestimiento interior, la base la forman los pilares de mármol gris con el suelo de mármol blanco y franjas negras. Dicho templete a modo de baldaquino se realizó con el fin de albergar la imagen de San Bonifacio Mártir, imagen realizada hacia el año 1941 por el escultor Antonio Navarro Santafé, natural de Villena,
La fachada principal es pentagonal, de perfil superior triangular que se ve truncado por el apoyo de la espadaña la cual alberga una campana denominada Bonifacio, que fue bendecida hacia el 30 de septiembre de 1640. A su vez queda rematada por una moldura y dos pináculos piramidales a los extremos de la fachada. Además del vano de la puerta, en el centro de la fachada se abre un óculo de cristal por donde incide la luz que ilumina el interior de la ermita, que se ve reforzada por la ventanas laterales, donde quedan representados los escudos de las comparsas, lo que sirve además para darle un aspecto decorativo. Ya que como se puede contemplar predomina la austeridad y, casi me atrevería a decir, frialdad en sus elementos decorativos.
No menos importante, queda en el punto más alto de la pequeña cima, la ermita del Santísimo Cristo del Calvario, erigida hacia el año 1674…». (2)
(1) Mª. Carmen Rico Navarro. Apuntes para la historia de Petrer, vida y obra del presbítero Conrado Poveda. Alicante, 2000.
(2) Adelaida Romero. Las ermitas del Balcón de España, 01/03/2015
(3) Pascual Madoz. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid, 1849. Tomo XII. Pág. 824.
(4) San Crispín, Cristo de Medinaceli, Santiago Apóstol, San Juan Bautista, San Isidro Labrador y Santa Bárbara. Ramón Candelas Orgilés. Las ermitas de la provincia de Alicante. Alicante, 2004.
manolo serrano, 29/01/2013
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manolo serrano, 30/05/2013
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Última actualización: 22/03/2023






